León no es más que un nombre, de Dafne Pidemunt

poesía

Valiente, la voz que persigue estos poemas nunca partió de certezas. ¿Se lastima siempre a quien se ama? ¿Se puede rehabitar  el cuarto de la infancia? ¿Son estas alianzas primeras las que hicieron la vida posible y también su pesar?

Hermano y hermana atraviesan los vaivenes de una época violenta. La realidad es un padre y una madre tan arrasadxs por el deseo y la pérdida como sus hijes.

De la unión infantil frente al desamparo a la crueldad adolescente, desde la imposibilidad de aceptar eso como real a la capacidad de una lectura adulta: los caminos arman su constelación de pequeños sucesos que trazan el recorrido de la herida.

Ver y hacer visible: aunque el riesgo sea revivir el dolor y quizá no resistirlo. Mientras, la violencia hacia las mujeres y las diversidades crece y mata todos los días. Mientras el abuso es naturalizado y acallado. Mientras, se supone lo usual en el horror del discurso hetero-patriarcal que normaliza las formas infinitas del terror. Mientras estos días que habitamos se siguen sosteniendo en un mientras criminal. Frente a ese estado ominoso, estos poemas y la realidad de su canto: su verdad de un cuerpo como zona de guerra diezmada y resignificada. La fuerza de un libro para que así se haga posible decir: esta soy yo, eso es mi historia.

andi nachon

9 y 36: 9 cuentos de mujeres imaginarias y 36 escritos antes de decir adiós, de Effy Beth

Cuentos-dibujos-poemas

 

En 9 y 36 hay un contrapunto de narrativas. Los 9 cuentos sobre mujeres imaginarias dan un prisma sobre las formas de habitar el ser y dialogan con la astrología y la teología (Effy había estudiado muchos textos bíblicos previo a su bar mitzvah).

Los 36 escritos antes de decir adiós se despiden de a poco, se quiebran, y generan una sensación constante de encierro. ¿A qué le dice adiós Effy? ¿En qué tono lo dice? ¿Cuántas formas toma el dolor? ¿Qué es el amor y quién lo tiene? El poemario es polífónico y deja de lado las estructuras para sacar a flote 36 maneras de liberarse con el lenguaje.

 

fracasos del Ego, de clau bidegainfracasos del Ego, de clau bidegain

poesía no binarie. En los bordes de la transición geográfica y genérica

«Fracasos del Ego es un poemario de lengua aturdida entre los puntos suspensivos y la tachadura. Un temporal de palabras que dicen los crímenes de la norma y los pequeños suspiros en que se diluye un yo para derramarse al amparo de múltiples refugios donde respirar una vida no binaria. Los epígrafes de Scott Fitzgerald, Marlene Wayar, María Negroni, Mirta Rosenberg, Susy Shock, val flores, Camila Sosa Villada, Jack Halberstam, Graciela Cros, vuelven la pregunta ¿cuándo es hoy? el locus poético de un cuerpo sobreviviente. Cada verso funciona como un presente expandido, donde el Ego mayuscularizado y erecto en patriarcal autoridad es derribado.»

val flores

 

 

Soltar la casa, de Lidia Rocha

«Hubo una ingenuidad niña, de cuando nos enseñaban a dibujar la casa, el árbol el sol, casitas estereotipadas, abrir puertas y ventanas de papel, de utilería; nos obligaron a imaginarlo así, juntas, lo creíamos. Luego, nadie nos advirtió sobre los remolinos del futuro, ni de la casa vacía como un nido abandonado, ni de los desarraigos dolorosos, ni del oxígeno necesario para nadar en la incertidumbre de la noche, ni de los modos de amarnos o despedirnos…»

Ariel Muñoz

 

 

 

Modo Muñoz: textos de Alberto Muñoz seleccionados por Liliana Vitale

Modo Muñoz es un espectáculo con canciones y textos de Alberto Muñoz escritos entre los años 1972 y 1986. Fue estrenado en 2019 por Liliana Vitale en voz y piano, junto a Eliana Liuni en vientos y Ana Ponce en percusión.

Esta selección trae al presente una obra imperecedera y original.  La poética de AÑberto Muñoz forma parte de nuestra identidad profunda como esos tesoros que merecen ser disfrutados hoy y para siempre.

«Era 1972, Lito tenía once años y yo trece. En ese marco de rock naciente llegó Muñoz y nos invitó a compartir historias donde la poesía y la canción se ponían al servicio de una performance teatral con tradición circense, también cósmica, flashera, surreal. Todo fue dejarse llevar, fundirse en una vebración común. En cierto sentido fue mi primera vez. La primera voz. La instalación del modo.»                Liliana Vitale