…Cada mañana tengo que entrar al juego. ¿De qué color es la pildorita que hay que tomarse? Como en Matrix, la película, yo elijo una de dos y me la tomo pero como estoy tan dormido siempre me equivoco…”
Bajo un calor agobiante que termina en tormenta apocalíptica, en una Buenos Aires colapsada, frenética, colorida; J.M. trata de llegar al final de su jornada… A veces Jorge, a veces Matías, según su posición en la historia, juega su día pasando pantallas y perdiendo vidas. Así, hasta que comprende que tiene que asociarse y quién está de su lado, irán pasando ministerios públicos, manifestaciones, represiones policiales, fiestas, calles, subtes, cortes de luz, inundaciones…