Poemas-prosas que vuelven a fundar el pequeño universo mítico de la historia personal y se vuelcan sobre esa zona donde la memoria es un vacío que no deja de producir relatos. Así crecen, con la tormenta en un puño de ginebra, mujeres que tardío en la bruma juegan al solitario con las agujas, en un país de fuego y sin sentido.