Este es un libro de décimas populares feministas. Muchas de ellas han sido musicalizadas y en sus coplas desobedientes, Nayla Beltrán nos invita a que pensemos qué feminismo queremos traer a la vida, que la lucha sea gozosa y llena de cantos.
Dice Susy Shock: “Suponer que nuestra música popular, y especialmente nuestro folklore, carecen de discursos intencionales a favor de una idea de patria, con sus correlatos ligados a una parte sesgada de la historia y una posición de primacía de lo hombre blanco hegemónico por sobre lo originario, y de lo hetero huinca patriarcal por sobre esa inmensa diversidad que la cosmovisión originaria misma trae y reconoce, es desconocer la intención política cultural en la que se han basado todas las construcciones de la idea de Nación, y en esa Nación, sabemos, no entran negrxs, ni mujeres, ni otros géneros, ni ninguna disidencia. Nada bárbaro, al decir de un Sarmiento que primereó en estas pampas con sus discursos y pensamientos racistas y xenófobos y misóginos, a quién correspondía tener sentido de dignidad y a quién no, quién era válido y quién no. Por eso es muy importante que sea una cantautora, una compositora, una música, una mujer, la creadora de estas décimas que aquí estamos acompañando, entendiendo que es La décima una de las formas estróficas de mayor arraigo y gran distribución en toda Latinoamérica, en la poesía popular y rural, sobre todo, y es allí donde se encuentra otro de los campos de batallas en esa deconstrucción de sentidos naturalizados que permita asomar por fin lo invisibilizado, lo postergado, lo intencionalmente silenciado.”